lunes, 29 de abril de 2013

Vidente

Vidente
Él era un joven soñador.
Era vidente.
Le entristeció notar, cuando caminaba al borde de la ruta, para "hacer dedo" , la muerte en accidente de aquellos ocupantes, una familia entera con niños, de la camioneta cuatro por cuatro.
Les hizo señas para avisarles de que tomaran otro camino, mas los ocupantes hicieron caso omiso...Pues pensaron que estaba haciendo dedo en esa ocasión también.
Cuando fue al supermercado a comprar pan y leche  notó que la señora embarazada padecería un cáncer de hígado dentrode tres años ... y pensó en la criatura.
Allí mismo en el centro de compras percibió la tristeza por no llegar a fin de mes de la cajera.
Cuando volvió a la ruta para " hacer dedo"  y paró un coche con una señorita invitándolo a subir...vió la cara de dos niños que extrañamente tenían su naríz y los ojos de ella...Por eso subió...

domingo, 28 de abril de 2013

De " Cartas a mi bebé"

Carta X

7 de septiembre

 Una manta roja. Bebé que se hace rogar

Una manta roja en mi ropa interior me dice que tengo que esperar una nueva chance para el llanto de mi inocente.

Uno más, más nueve: tengo que esperar al menos diez meses para comprar ese paquete primer de pañales.

Uno más, más nueve. Se posterga la lista de compras: el cochecito, el moisés y las batas.

Uno más, más nueve. La metamorfosis en la vida femenina, treinta días más para sacar el cupón rosa.

Uno más, más nueve. Un mes más para no sacar ni por un segundo, las manos de mi panza.

Uno más, más nueve. Un mes más para el bolillero de la lotería más felizmente viciosa, bolillero que trabóseme.
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sábado, 27 de abril de 2013

Por qué Azucena desafinaba las notas



Azucena tomaba clases de violín. Realmente tenía talento, factor que su profesor de violín, el Sr. Gutiérrez, esculpía cada día.
Bueno, el Sr. Gutiérrez era muy significativo para Azucena...Por supuesto, era la imagen de amor ficticia que irradiaba el profesor tan delicado y suave, porque, en realidad, poco y nada sabía Azucena de la vida y personalidad real del profesor. Si le conociera sus defectos en su cotidianeidad, quizás su amor se vendría abajo, como un palacio que se desmorona por malos cimientos.
Pero bueno, Azucena veía imposible besar al profesor algún día, y de la tristeza, comenzó a desafinar terriblemente ese violín...
Pensó en abandonar las clases...Pensó...en cosas cada vez más contradictorias.
Mas Gutiérrez comprendió enseguida por qué Azucena desafinaba las notas...Y la aprobaba igual.

Mis adoradas rosas blancas- Carta suicida

MIS ADORADAS  ROSAS BLANCAS – Carta suicida

Mi rosal blanco creció junto con mi número de células, junto con mi estatura.
Pensar que alguien, algún alma en el mundo con quien me gustaría encontrarme, lo sembró en tierras lejanas, quizás una tierra extranjera, y gracias a mi semanal cuota dominguera de mamá- de esas que son porque sí, para mimarme, no trabajo remunerado- lo compré de pequeñito, con un ampo ejemplar del amanecer de su vida, que me abrió la puerta para que habite mi corazón, blanco como él.
Como niña caprichosa que era y que soy- lo de era por lo de niña y lo de soy por lo de caprichosa- no tenía ganas de regarlo todos los días…sólo lo hacía infaliblemente los días insoportablemente calientes de enero…porque la piedad por mi rosal blanco llamó a mi puerta.
Y mi rosal blanco me pagó con amor, agradecido de adoptarlo en mi familia, en la tierra de mi jardín, dándome unas rosas tan blanquísimas como quiero que sean mis huesos, cuando haya pasado un tiempo de mi entierro junto a su raíz…porque él vivirá más que yo.

Escribe sobre animales

Escribe sobre animales

" -¿ Sobre qué puedo escribir?"- le pregunté a mi esposo, hastiada de la rutina dominguera.
- Escribe sobre animales.
- Lo siento. Demasiado ocupada estuve en los pleamares de la vida como para pensar en animales- le respondí con sinceridad.
Y salí a la calle.
Y mientras me alejaba de mi casa escuché el sollozo de mi perra ante mi ausencia repentina.
Y observé que el rosal de mi vecina lindera estaba siendo amenazado por el trabajo tenáz de las hormigas.
Y descargaban para el supermercado los huevos, producto de las cluecas que saldrían al mercado.
Y saqué una pelusita de la lana de alguna dulce ovina, que tenía prendida a mi pulóver ya viejito.
Y pasé por un negocio de venta de artículos de marfil en el centro del poblado.
Y pasé por la veterinaria, cuyo dueño de local, quien cobra su alquiler alimenta a cuatro niños.
Y al retornar a casa miré otra vez al amor de mi vida, mi hombre, que pertenece al reino animal.

miércoles, 24 de abril de 2013

Lo que implica la lluvia

Te voy a contar todo lo que implica la lluvia: retraso en el trabajo, inundaciones para los que viven bajo un puente, auge de la venta de pilotos y paragüas, inspiración para la escritura, la alegría del rosal que no se riega, la piscina que rabalsa, los cristales que tiemblan con los truenos, el susto del niñito de tres por el relámpago, las tortas fritas y hacer el amor con el resguardo de esta señora tan ambígua.

domingo, 21 de abril de 2013

¿ Que cuánto te amo? Soneto I



¿ Que cuánto te amo? SONETO UNO

Con la inmensidad de la vía láctea.
Con las lágrimas que componen el Océano Pacífico.
Con la eterna sonrisa del cuarto creciente.
Hasta perder la respiración.
Yo por ti mi vida daría sin pensarlo un segundo.
¡ Eres mi oxígeno!
El 16 de febrero de 1971, fecha en que naciste,
hubo fiesta entre los ángeles. . .
pues al crearte Dios,
estaba pensando en mí.
¿ Que cuánto te amo dices tú?
En cada uno de los once versos anteriores,
te fui dejando en tu pecho abierto
un trozo de mi alma, y toda mi piel.

sábado, 20 de abril de 2013

Te noto inquieta



Te noto inquieta

  Te noto inquieta mi minina. Es que a un año y medio de vida, a poco de ser tan pequeñita como un gatito de la suerte japonés, estás preñada. Y estás buscando por toda nuestra pequeña casa, con su aroma a familia que siempre te cubrió en sus brazos, un lugar para parir. Un lugar para dar a luz a tus crías, mi gatita, mi niñita pequeñita. Buscas, hurgues, olfateas, entras en los compartimientos del placard, te fijas que tus crías no estén expuestas al frío. Estás inquieta, mi gatita. Es que sientes que tu cuerpito sufre cambios y ya naturalmente sin que nadie te lo explique, sabes que serás mamá. Naturaleza Divina sobre tu pelaje. Dios sobre tus tetitas.
  Estás inquieta buscando dónde parir.
  Tus hijos, serán mis hijos también.
  Se quedarán contigo. Así tengas diez.
  Y los protegerás de la lluvia, y yo te ayudaré.
  Y la lluvia te pondrá nostálgica, como cuando me pedías entrar por la ventana porque se terminaba tu paseo por los techos.
“Está lloviendo, quieres dar un paseo [ . . .] ciertamente te agradezco que existas. . . y te amo, te amo [. . .]” (Franco Simone Te amo, te amo), mi felina tricolor.