domingo, 13 de septiembre de 2015

Cajitas para rosas- El día en que María Moliner fue poeta

Cajitas para rosas- El día en que María Moliner fue poeta
por mí
María Moliner, la dueña de las palabras tenía un marido.
Ese marido era su contunuo renegar. Ella era tan educada y se vino a enamorar, además de la lexicología, de un hombre chabacano en su hablar.
Malas palabras decía. Dos de cada tres que pronunciaba.
Pero a María Moliner, en la cama la hacía feliz. En sus atenciones y detalles y pedido de protección,la hacía feliz.
Un día, el marido se puso a llorar. A ella le contó que era porque traía el pan a casa con un contínuo caminar, mientras ella, lo hacía con su gran conocimiento.
Pero Moliner, le dijo : " Valoro tanto tus zapatos como a La Academia Real".
Entonces, cambió la palabra "pies", por "rosas" en el diccionario. Y a los zapatos, los llamó " cajitas para rosas". Un telegrama a La Academia y listo: el cambio será incorporado a la próxima edicón revisada del diccionario en español.
Quería saber si el cambio para la gente había caído bien.
Se enteró de que sí, cuando todas las zapaterías de su condado cambiaron los carteles de su fachada por " Venta de cajitas para rosas".

viernes, 4 de septiembre de 2015

MI SANGRE SE ESTÁ " JUDEÍZANDO"



MI SANGRE SE ESTÁ  JUDEÍZANDO

Si mi Dios me permitiera hablar lo que pienso, diría que me vuelven loca las cosas simples. Esa extraña manía de la felicidad. De saberlo todo muy sencillo y complicarlo. De la nada en los problemas, hacer un problema de la nimiedad para mantener la mente ocupada, porque sencillamente el cerebro no puede estar sin preocupaciones de ningún tipo, porque al ser humano, desde el caldo orgánico o desde Adán, le fue concedido el derecho de sufrir un poco.
Esto fue para que busque a un abogado que es el dios del rabino, ese amigo del alma. O para que busque al de la cruz, esa figura que tan difícil se dibuja en la mente y nos quieren imponer.
 Es que yo no me imagino al de pelo largo , ojos celestes, con cara de poco inteligente y afeminado, solucionarme un problema, ni tampoco me inspira nada. A lo mejor me lo condiciona el que hizo el dibujo. Prefiero pensar que era un hombre común. Me gusta más la idea de profeta. Mi sangre se está ” judeízando”.
¿ Qué mejor que” ojo por ojo y diente por diente”? ¿ Acaso eso no es justicia? ¿ Cómo es eso de “poner la otra mejilla”? ¿ Quién sinceramente haría eso? Lo podría hacer, pero llevado/a por el dogma y no espontáneamente.
Así que: ¡ a sufrir por cosas simples y pavadas, Carolina Sánchez de Willson! Tu sangre, que se está “ judeízando”, siempre fue sangre de guerra.