Cajitas para rosas- El día en que María Moliner fue poeta
por mí
María Moliner, la dueña de las palabras tenía un marido.
Ese marido era su contunuo renegar. Ella era tan educada y se vino a enamorar, además de la lexicología, de un hombre chabacano en su hablar.
Malas palabras decía. Dos de cada tres que pronunciaba.
Pero a María Moliner, en la cama la hacía feliz. En sus atenciones y detalles y pedido de protección,la hacía feliz.
Un día, el marido se puso a llorar. A ella le contó que era porque traía el pan a casa con un contínuo caminar, mientras ella, lo hacía con su gran conocimiento.
Pero Moliner, le dijo : " Valoro tanto tus zapatos como a La Academia Real".
Entonces, cambió la palabra "pies", por "rosas" en el diccionario. Y a los zapatos, los llamó " cajitas para rosas". Un telegrama a La Academia y listo: el cambio será incorporado a la próxima edicón revisada del diccionario en español.
Quería saber si el cambio para la gente había caído bien.
Se enteró de que sí, cuando todas las zapaterías de su condado cambiaron los carteles de su fachada por " Venta de cajitas para rosas".
por mí
María Moliner, la dueña de las palabras tenía un marido.
Ese marido era su contunuo renegar. Ella era tan educada y se vino a enamorar, además de la lexicología, de un hombre chabacano en su hablar.
Malas palabras decía. Dos de cada tres que pronunciaba.
Pero a María Moliner, en la cama la hacía feliz. En sus atenciones y detalles y pedido de protección,la hacía feliz.
Un día, el marido se puso a llorar. A ella le contó que era porque traía el pan a casa con un contínuo caminar, mientras ella, lo hacía con su gran conocimiento.
Pero Moliner, le dijo : " Valoro tanto tus zapatos como a La Academia Real".
Entonces, cambió la palabra "pies", por "rosas" en el diccionario. Y a los zapatos, los llamó " cajitas para rosas". Un telegrama a La Academia y listo: el cambio será incorporado a la próxima edicón revisada del diccionario en español.
Quería saber si el cambio para la gente había caído bien.
Se enteró de que sí, cuando todas las zapaterías de su condado cambiaron los carteles de su fachada por " Venta de cajitas para rosas".