lunes, 22 de febrero de 2016

Estudiante de los vientos

Si tenía cualidades, tenía dos: celoso y vago.
Su madre, una pobre viuda criada sólo por su madre.
Y como Freud dijo que los que no tienen padre terminan siendo homosexuales, le empezaron a gustar las mujeres. Claro, que si la bruta de la psicóloga no le hubiese dicho lo que dijo Freud, la profecía autocumplida no se hubiera realizado y la madre del muchacho seguiría heterosexual.
Volvamos a él.
Celoso y vago.
Vago y celoso.
Sólo dos cualidades.
Y la madre que quería que estudie y fuese alguien en la vida.
Ella tomó la foto de una muchacha con la cabeza revoloteada por el viento.
Su hijo la descubrió en su mesita de luz.
Y se hizo estudiante de los vientos, para conocer quién fue el sinvergüenza que le tocó el pelo, antes de que él la busque por la ciudad

martes, 2 de febrero de 2016

Oye cómo silba y qué bien nos sienta

Oye ya: cómo silba.
Es el pasto,
que pide cortarse,
cuan células que se renuevan,
como nuestro amor,
cada día un desafío.
¡ Qué bien nos sienta
el amor!
Es una brisa
que no cansa,
porque necesitábamos
ser
inconmesurablemente amados . . .
Sí, mi amor,
éramos una Mesopotamia
sin Éufrates ni Tigris
cuando el amor nos sorprendió.
Oye ya: cómo silba.