domingo, 14 de junio de 2015

Una enseñanza



Todo del mundo te proporciona una enseñanza para la vida que queda. Todas las flores, todas las lágrimas, todos los que te buscaron por sexo y no para amarte, todos/ as las/los que buscaste por sexo y no para amar, todas las peleas con tu cónyuge de oro, o con algún/a otro/a que no era para vos, todas las horas perdidas en una iglesia evangélica, todos los libros, todos tus docentes, todos tus parientes, todos tus perros que pasaron por tu vida, esa enfermedad mortal o no mortal que superaste . . . Todo te proporciona una enseñanza para los años que te quedan por vivir. Porque en todas las épocas de la vida se sigue aprendiendo.