Blancura
verdadera y enigmas
“Blanco
como la nieve resultó mi amante. Observé el ampo de su cuerpo antes de que se transformara
en mi esposo. Blanco como la laguna del
Deshielo en Vethuel de Monet ha sido y será su interior, creado por obra
Divina, pues no es posible que a alguien tan bello por dentro sólo lo hayan
hecho, con la cópula, dos seres humanos heterosexuales.
Blanco como la nieve es su esperma y por eso
no me ha dado hijos, porque blanca es su inocencia para protegerlo del mundo.
Blancas
son sus alas de ángel que me acarician y me blanquea como amante legal.”
Así
valoraba Giselle a su marido en el diario íntimo antes de Tina.
Muchas veces confundimos un deslumbramiento
por la imagen de alguien con amor. Nuestro futbolista, nuestro cantante, nuestro
profesor. Creamos espejisimos porque en el fondo nos sentimos superados en la
vida por ellos. Entonces nos enamoramos y empezamos a morir . . . porque el
amor este es falso y descuidamos el que tenemos verdadero. Es un enigma que
surgió como fenómeno desde que las aztecas tomaron a la figura de Cortés como
Moctezuma, copulando encantadas con los guerreros conquistadores.
Es esta la historia de una mujer bisexual que
por enamorarse de de Tina Turner descuidó a su marido, al punto de no hacer el
amor con él, excepto cuando imaginaba que la lengua era de Tina.
Poco le importaba la rutina y el dejo de la
emoción de la boda con el tiempo y su paso, porque escuchaba a Tina, la
dibujaba desnuda y le mandaba mensajes a su página de Facebook.
El delirio
comenzó cuando Tina le habrá de contestar. Habrá de creer tocar el cielo con
las manos. Ahora habrá de vivir para ella. Habrá de ser su primer pensamiento
de la mañana.
A su marido no le cocinaba. No había tiempo
para eso, pues todo el tiempo lo ocupaba Tina, con los club de fans, el
Facebook. Tina no contestaba a sus mensajes, pues tenía muchos fans.
Entonces,
Giselle pensó en una estrategia para llamar la atención de la cantante y así
estar en su pensamiento aunque sea un minuto. Le mandó una foto desnuda por
Facebook.
¡ Tina
contestó! Pero se cuidaba, porque lo hizo de la manera siguiente: la agregó
como a una persona anónima- sin fama- a su Facebook, alegando que también era
fan de Tina. Hasta que le mencionó la foto y sus detalles y las palabras breves
pero enloquecedoras : “ Soy yo, Giselle”. No se había dado cuenta de que era
Tina.
El marido
de Tina veía desde lejos todo esto. Se reía: -“¡ Basta con la boludez de esa
negra! Jaja! “. La mujer cuando era su novia le había mencionado su
bisexualidad. En realidad le había contado de un beso en la boca a su compañera
del secundario, pero él no le dio importancia, dado que también había tenido
experiencias homosexuales que fueron pasajeras.
A Giselle
no le tocó la pasajereidad cuando Tina comenzó a cantar y hacerse famosa. La
siguió de pichona, hasta que su fama se hizo inconmensurable.
Las charlas con Tina desde el chat de Facebook
fueron lo mejor que había vivido en su vida hasta el momento. Era Margaret
Robinson en la cuenta falsa. El marido se extrañó de que pasara tanto tiempo
charlando con Margaret. Hasta que Giselle pisó un poco la tierra, recordó por
medio de su espíritu el porqué de haber elegido a su marido para casarse, del
amor que le tenía y le dijo francamente: “- Margaret es Tina Turner”. Su marido
pensó que estaba sugestionada y nunca le creyó del todo. Dudaba. La prueba de
que Margaret Robinson falsa era Tina estaba en que le había mecionado la foto
enviada con todos sus detalles a la cuenta verdadera de Tina y el “ Soy yo,
Giselle”. Entonces le dijo esto a su marido, que la prueba estaba de que
Margaret sabía todo de la cuenta de Tina. Resultó una segunda prueba: le envió
una poesía. Margaret dijo que Tina tenía la letra de la una nueva canción. Fue
así como Tina empezó a enamorarse de Giselle. Hizo el poema enviado a la cuenta
de Margaret a canción. El tema fue un éxito.
Giselle veía a su marido decaer ante la falta
de atención, pues el amor ya no era el mismo, estaba dividido con Margaret.
Cuando se lo mencionó a Tina, ésta tuvo el firme propósito de de separarlos por
pura psicopatía, pues sabía que de conseguirlo, nada quería serio con Giselle,
y le importaba un pito el destino que ella pudiera tener con su marido que le
proporcionaba un hogar.
Todo se
convirtió en psicosis. Giselle se estaba volviendo loca al ver a su marido
reclamándole por su amistad con Margaret, pues pensó al final que la tal Margarte
era una tal Margaret. Y tenía lavada la cabeza contra él por Tina, desde cuenta
de Margaret. Tina era cobarde y cuidaba su imagen, un poco quería a Giselle desde su locura,
nunca le habló desde la cuenta de Tina dando la cara.
Giselle se
sintió mareada. Fue al médico. Estaba embarazada. Si hay algo que no supera
nada en este mundo es el amor de una madre.” ¿ Quién me dio este regalo?”-
pensaba. Y fue a su mesita de luz, sacó el diario íntimo y leyó:
“Blanco como la nieve resultó mi amante.
Observé el ampo de su cuerpo antes de
que se transformara en mi esposo. Blanco como la laguna del Deshielo en Vethuel de Monet ha sido y será su interior, creado por obra
Divina, pues no es posible que a alguien tan bello por dentro sólo lo hayan
hecho, con la cópula, dos seres humanos heterosexuales.
Blanco como la nieve es su esperma y por eso
no me ha dado hijos, porque blanca es su inocencia para protegerlo del mundo.
Blancas
son sus alas de ángel que me acarician y me blanquea como amante legal.”
Ahora el hijo superó a Margaret psicótica y
cobarde. El amor por su hijo y su marido pudo más.
No podría denunciar nunca a Turner- ahora la
llamaba sólo Turner- porque nunca tuvo pruebas suficientes para ir a la
Justicia. Pero la sacó de su mente, dado que el amor verdadero y la maternidad
pudieron más.
Estos son
enigmas también, como los de enamorarse de una imagen, y la fantasía.