La vida de mi abuelo, cuento ficcional
Mi abuelo salia a
prostituirse por las noches, porque su magra jubilación como policía de
bajo escalafón no le alcanzaba para mantenerse.
Sus hijos y nietos no le dábamos bolilla, porque era mala persona.
Una señora que tenía un departamento propio en la 9 de Julio, contrató
sus servicios. Un año más tarde, cuando lo llamó de nuevo, le contó que
no había quedado satisfecha con su rendimiento sexual de un año atrás,
pero que había estado sola, que tampoco ella nadie tenía en el mundo, por su deplorable labor de usurera.
Pero la usura la hizo crecer económicamente, por lo que pudo polarizar
con el mugriento trabajo de policía de bajo escalafón de mi abuelo. Y
ambos eran una porquería.
Porque así es el amor.
Se complementan.Se parecen.
Y formaron un hogar, una familia.
Ten cuidado. Muchas de las mejores familias, no por ser familias unidas, son gente de bien.
buen material buena idea buena perspectiva vale la pena desarrollarlo, es sorprendente, te toma desprevenido,
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