Cuando la tristeza viene por vos,
pegale un portazo en la cara.
Es traicionera y maquiavélica.
Cuando la tristeza llama a tu puerta
no le abras.
Viene a extorsionarte,
dándote suspiros de alivio
a cambio de tus lágrimas.
A la tristeza convidado con té
con veneno,
a fin de que el antídoto,
se lo den las almas del infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario